Magiche
Grazie

La atmósfera recuerda la de una típica casa noble de Florencia, ideal para ir acostumbrándose a ese ritmo lento de las épocas pasadas que tan bien te predispone al descubrimiento de la Florencia más auténtica. Desde la entrada, en uno de los Lungarni más sugestivos, la antigua ciudad está al alcance de la mano: Ponte Vecchio (Puente Viejo) con sus tiendas medievales; la Galería de los Uffizi con su magnífica Piazza Vasari; Palazzo dei Signori, Santa Croce, la catedral de Santa Maria del Fiore; los asombrosos Cenáculos. Y sin alejarse del área del Oltrarno, el pintoresco paseo que desde San Niccolò conduce hacia Piazzale Michelangelo, de donde se puede admirar toda la ciudad; San Miniato al Monte; Villa Bardini y sus jardines silenciosos, la casa de Galileo Galilei; Forte Belvedere, camino a los principescos jardines de Boboli y al imponente Palazzo Pitti, sede de numerosos eventos artísticos. Florencia es también una ciudad de «buena comida» y sede de importantes eventos musicales como el «Maggio Musicale» (Mayo Musical): guías excelentes y calificados podrán orientarles hacia las mejores elecciones.

Sin embargo, en caso de que prefieran quedarse en el vecindario, además de los cafés que sirven el clásico y sabroso «capuchino y croissant», pueden elegir entre algunas posadas típicas con las que tenemos celebrados unos convenios. Las visitas guiadas se pueden reservar y personalizar conforme a sus necesidades, para acompañarles a conocer los lugares artísticos más importantes de la ciudad así como los menos conocidos de la Florencia oculta, o incluso para descubrir, tal vez montando en una Vespa original o simplemente en bicicleta, esas encantadoras aldeas dispersas en la pintoresca campiña toscana, donde podrán saborear los productos alimenticios que pertenecen a tradiciones antiguas acompañados, como es natural, por una selección de excelentes vinos en unas de las bodegas más importantes del mundo.